El cartero
trajo un mensaje esta tarde.
En medio de los escombros
todavía brilla el sol”.
Reconstructora tenaz
de plegarias olvidadas
tu que iluminaste el aliento vigoroso
de estos labios paganos
déjame seguir bebiendo
la discreta pócima
de rocíos ancestrales
en el nácar perfumado de tu vientre.
Solo te pido algunas cosas
Abrázame cuando cierre los brazos
No me encumbres por sobre la tristeza
Déjame ser el asombro diminuto
en el centro de tu ombligo.
Llévame más lejos cada día
Llévame hasta el punto
donde los titanes de piedra
reconstruyen la catedral de
todas las lluvias.
Déjame hablarte a tiempo
de tantas cosas
excepto de lo correcto
porque lo correcto es el alma
y hasta ahí
se me pudren todos los intentos
hasta ahí
solo llegas tu.
Aeroplanos solemnes
de los pliegues marinos.
Residentes fundacionales
de la geometria crepuscular
de ciertos puertos.
Concurrentes originarios
del humo, el bullicio y los colores
que navegan el surco terrestre
de los mercados acuaticos.
Vigias calificados
de las ebrias embarcaciones
de medianoche.
Traductores incansables
de las acuarelas marchitas
que todavía cuelgan
en la salina habitación
del bordemar.
1ª Incógnita
Posición refleja
¿De quien es la mano
que prestidigita
la frecuencia exacta
del maleficio?
2ª Incógnita
Besos paralelos
¿Los angeles
pueden escribir un poema
en la mitad de la tarde
con las mismas vocales
de un hombre?
3ª Incógnita y Resolución
En el umbral
de los planetas quietos
¿recuerdas el arcano
que yace de espaldas
acaecido en la ruta
de los números equivocados?
Un hijo solitario
se pudre en medio de la lluvia
pronuncia, grita y busca
extraviado
las palabras
que se han ido borrando
de los manuscritos del alma.
En los templos solo van quedando
respuestas excomulgadas
profecías sin malabaristas
y pemitentes desesperados
sin carta de navegación
Mientras
pertrechados en la cuerda floja
el azar y la certeza
reclutan incautos
que vuelvan a improvisar
el truco imaginario de la fe.
Apenas si puedo repetir
la hipocresía de vivir.
Recurro a tus piernas
como amuleto asombroso
para profanar con certeza
la lentitud incalculable
de este domingo de ramos.
Erudita de sales y soles
Hechicera prodigiosa
de noches indómitas.
Búfalo herrante
Peregrina de la niebla
¿por que te vas?
¿acaso nunca estuviste aquí?
Mujer de calma solemne… (1)
Hembra arqueológica… (2)
Rocío de cumbres empinadas
¿como hago para borrar los cometas inciertos
que trazaste sin aviso previo en mi piel?
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(1) …yo solo intenté subvertir tu vientre de estrellas.
(2)… y yo que creí que podías ser la suma correcta de todos mis intentos.
Abro la puerta
y entra el oceáno
con sus manos abiertas.
Retroceden vestigios anónimos
cárdumenes paralelos
de zonas olvidadas
y pétalos descendentes
de abisales galaxias.
En el remanso
que deja la marejada atónita
circula un sueño
en línea recta hacia la locura.